Seriedad, compromiso, profesionalismo. Pero por sobre todas estas cosas, trato humano hacia el paciente.
En este último aspecto nos detuvimos para desarrollar un isotipo que integra 4 conceptos, 4 elementos que lo reflejan:
· la receptividad (mediante la representación de una oreja);
· la dedicación (mediante la representación de un corazón);
· la sensibilidad (mediante la representación de una lágrima);
· la metamorfosis del paciente (mediante la representación de una mariposa).
La variada paleta de colores responde a la necesidad de transmitir la evolución, combinando tonos fríos del área de la medicina con tonos cálidos del tratamiento humano.