6 años transcurrieron desde el último rediseño de la marca gráfica. Durante este tiempo Boulangerie afrontó cambios, entre los que se destaca la última gran evolución: la creación de una cuadra propia, con amplias instalaciones, equipamiento totalmente renovado y un nueva tienda.
La esencia sigue siendo la misma, pero los años en el mercado, en el rubro, enseñan nuevos caminos por explorar, y la marca debe acompañar ese viaje.
Es por esto que se afrontó un restyling del imagotipo, donde se trabajó minuciosamente cada elemento.
Se decidió mantener la forma del contenedor del isotipo, ajustando la representación de los trigos, y reemplazando la tipografía por una de mayor cuerpo y menor altura.
Sin dudas el mayor cambio está en el color. Se reemplazó el clásico bordó, que venía acompañando a la marca desde sus inicios, por el color negro. Un color que transmite calidad, prestigio, fuerza y valor. Su atributo como color neutro permite resaltar el colorido de los productos.
Este restyling trajo aparejado un cambio en la identidad visual, rediseñando cartelería, packaging, sitio web, comunicación en redes y cada pieza de comunicación visual que así lo requiera.
Una de las principales herramientas que se utilizó como protagonista de la nueva identidad fue la ilustración de diferentes productos con una estética lineal, resaltando la delicadeza de cada producto.
Un nuevo elemento que se suma en esta etapa es el lema. Si bien el slogan «Donde se cocinan los mejores momentos» representaba claramente el concepto de cada tienda, el mismo no estaba incorporado en el imagotipo. Por lo tanto se decide ir un paso más adelante e identificar a Boulangerie como «La Panadería».
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boulangeriepyc.com