Existen términos que pueden describir la profesión de un escribano, como lo son la «seguridad jurídica», «veracidad», «garantía» entre otras.
Pero para identificar, destacar y diferenciar a Albarracin del resto de las escribanías, se buscaron puntos diferenciales que brindaron herramientas al momento de la creación.
Se focalizó sobre dos aspectos fundamentales que determinaron el concepto: la conjugación entre la trayectoria y experiencia de un profesional responsable de la firma, con la nueva perspectiva dada por el cambio generacional ofrecido por el otro; y la continua formación de ambos, interesados por el crecimiento profesional.
Se diseñó un isotipo representativo, el cual evoca al canto superior de un libro, formando la letra «E», la cual se entrelaza con la letra «A» de Albarracin.
Mediante este elemento se transmite el concepto de conocimiento y la continua formación profesional.
Con ello se desarrolló una carpeta institucional para la presentación de la papelería que se le entrega a cada uno de los clientes.